sábado, 6 de diciembre de 2014

VALLE DEL GENAL - CINCO PUEBLOS - 06.12.2014



¡Vaya! esta vez el tiempo nos la jugó y no pudimos realizar la ruta programada en su fecha, así que a la siguiente semana, cuatro Falsos Llanos a los que no les gustan las aglomeraciones de los puentes reglamentarios, pues no eran las 9:45 horas, cuando mochilas a las espaldas, el Patxi, el Migué, el Pepe y el que escribe, salían de Parauta, pueblito de la Serranía de Ronda en el hermosísimo Valle del Genal, primero de los cinco que pretendíamos visitar, por supuesto andando y no en coche como los turistas propios de estos súper puentes.
Bien, y además, pues mañana fría y luminosa, perfecta para andar, como nos gusta en pleno invierno, aunque aún no haya entrado, buena pendiente hacia abajo, buena compañía y unas ganas de respirar naturaleza como la que estos Falsos Llanos experimentan cada vez que salen a la sierra. Al poco, el primer riachuelo a cruzar, cuyas frías aguas fluirán al Genal y comenzar la primera de las enormes y larguísimas cuestecitas de extrema pendiente del día, perfecta para entrar en calor y calentar las piernecitas que acabarían al final de la jornada totalmente exhaustas.
Ya aquí comenzamos a cruzar los enormes castañales que existen en este valle. Castaños gigantescos, centenarios, jóvenes y de todo tipo, perfectamente cuidados y explotados por la gente del lugar, supongo que las toneladas de castañas que deben dar, las exportarán a otros países, ya que tan enorme producción no creo sea capaz el mercado interno de absorber.
Al poco llegamos a nuestro primer pueblete, Igualeja, precioso, serrano, con su propio río cruzando las calles del pueblo y acabado de surgir en la zona conocida como el nacimiento, a la entrada del pueblo y que por supuesto visitamos por empeño del Migué, cosa que tuvimos que agradecerle por la belleza del lugar.


Salida de Igualeja por un trecho de carretera hasta dar con el sendero, nada más cruzar un puente, fortísima subida inicial y entrada a lo que en la red algunos llaman el camino de los castaños o el bosque encantado de castaños. La verdad es que es impresionante andar por estos castañares, con el suelo tapizado por completo de hojas caídas, lástima no haber venido dos o tres semanas antes, para contemplar el espectáculo de las hojas amarillas y ocres en los propios árboles, así y todo el paisaje de color en esta sierra, simplemente impresionante. Al poco, después de varias miles de fotitos, el camino entra en una pista forestal, recientemente asfaltada, lástima, ya que estropea la belleza del lugar y que se podría estudiar la forma de evitarla para una próxima vez, aunque la verdad es que las vallas abundan sobremanera en esta sierra, así que ya veremos… Al fin, este es el tramo más largo entre los pueblos recorridos, llegamos a Pujerra, mediodía, cervecita en un baretillo y comida idílica en el tronco caído de un castaño, al sol y con el valle del Genal, to enterito pa nosotros, pa que los bocatas nos sepan mejor que el mejor de los menús del mejor restaurante de cualquier sitio. Cervecitas, vinitos, mostitos y hasta bebidas carbónicas y dulzonas que algunos se empeñan en darle a su cuerpo… ellos sabrán… sobremesa con charla jugosa y pocas ganas de acabar con tan placentero quehacer… pero la realidad es la realidad y aún nos quedaba casi la mitad del recorrido y eran ya casi las cuatro de la tarde. A partir de aquí, sin desmerecer el bosque de castaños andado, el paisaje se transformó en un bosque mediterráneo de encinas, alcornoques, matorral noble…y el camino en un precioso y divertido sendero de montaña, con un precipicio a nuestra izquierda y que en un vertiginoso zig-zag, luchando a veces con la intrincada vegetación hasta dar de nuevo con el senderillo, nos llevó al lecho de un arroyo, que fue fácilmente cruzado. Al poco, también a nuestra izquierda, abajo en un llanito, apareció la primera y “Real Fábrica de Hoja de Lata y sus Adherentes” (1731) que se construyó en España, hoy día abandonada. Nosotros palante de nuevo hasta tropezarnos con el verdadero Genal, ha llovido bastante, así que aunque el río por aquí es bastante joven, llevaba suficiente agua como para que los pasos existentes no fuesen practicables, así que nada, nada, a quitarnos las botas, a cruzar descalzos y de nuevo a subir una pendiente fortísima hasta llegar a uno de los pueblos más pintorescos de la zona, Júzcar, conocido como el pueblo pitufo, como consecuencia de haber pintado de azul todas las casas del pueblo para el estreno de dicha película y mantener desde entonces, Junio de 2011, el color de las fachadas tras consulta popular. La verdad es que la afluencia de turistas para ver el colorido singular de las calles del pueblo, de seguro ha sido mucho más eficaz que la atracción del paisaje serrano, su gastronomía o lo que tú quieras… Imposible siquiera de tomarnos un café, so pena de malgastar media hora de la que no disponíamos, ya que el sol caía y caía y las sombras de la tarde nos bañaban por entero. Así que nada, salir del pueblo por su parte más alta, refrigerio propio y de nuevo a bajar y bajar hasta el siguiente riachuelo y subir y subir hasta el cuarto de nuestros pueblos, Cartajima, al que llegamos ya completamente de noche y borrachos de caminar, hoy no hemos tenido tiempo siquiera de tomar nuestros magníficos tragos largos, aunque los caminantes lo éramos.
Frontales a la cabeza, luz para el gps y a fiarnos del mismo, pues aunque teníamos plena luna llena, de momento estaba muy baja y la ladera por la que bajábamos se encontraba en plena negrura. De nuevo el cruce del correspondiente riachuelo de marras, cruzar por dos veces el mismo, no sabemos si por el mareo de tanto camino, o por culpa del gps, o que como no veíamos ni a tres en un burro, pues que nada oye, a cruzar y localizar casi sin querer el caminillo que de nuevo en fortísima y larguísima subida, nos llevaría a nuestro quinto y último pueblete, lugar de salida por la mañana, donde con un fortísimo viento que se había levantado justo al anochecer, nos cambiamos y rápidos y veloces, desfallecidos, al bareto de Montellano a recuperarnos de tan largas y extremas fatigas tan deseadas por estos Falsos Llanos.

Sin más y hasta la próxima:

SALUD Y FALSOS LLANOS.

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