domingo, 30 de diciembre de 2012

JUANAR - LA CONCHA - MARBELLA - 30.12.2012



Bien, bien, estas vacaciones están resultando súper, en cuanto a excursiones se refieren. No habíamos tenido tiempo ayer de terminar la subida al Maraver, cuando mi inestimable compañero Antonio, po va y me propone que si mañana te vienes a La Concha (1215 m) con unos amigos malagueños.
Claro, a mí en esos momentos, aunque no lo refleje externamente, se me encienden las pocas lucecitas que me quedan, me derrito por dentro y de manera tímida digo que po bueno, je, je, po bueno ¡¡po no voy a querer con las ganas que le tengo a La Concha, senderilmente hablando!!
Pues bien, no eran las 11:00 horas, cuando Mª José y Antonio, el grupeto de Málaga: Paco, Virgit, Manuel, Marcelo y el que escribe y escribe, mochilas a la espalda y botas bien amarradas, salíamos pasado el refugio de Juanar, en sierra Blanca, encima justo de Marbella, en dirección a la punta misma de esta dorsalita, que nos llevaría por toda su cordada hasta nuestra meta.
Bueno decir que me había yo figurado una excursión normalita, con muy bellos paisajes, pero rutita sencilla y cómoda para echar el día. Sí, sí, por supuesto preciosa en cuanto a paisajes a reventá. Por un  lado de la dorsalita el mar y su costa cuál maqueta a nuestros pies y al otro lado la serranía de Ronda, Tejeda, Almijara y sierra Nevada hasta donde nuestros ojos podían divisar. Llegados a la base del cerrete donde se encuentra la Cruz de Juanar (1184 m), pues nuestro Antonio, claro, por si las moscas, nos propuso subir a la misma, no fuera que a la vuelta no pudiéramos, claro los voluntarios para la faena pues os lo imagináis, Marcelo, un experimentado senderista del grupo malagueño y yo. Parriba, por un senderillo muy potente, vistas magníficas, fotos a mogollón, localización de la sierra quemada este pasado verano por la parte de Mijas y pabajo del tirón que había que alcanzar al resto del grupo. Al momento pillamos una velocidad de crucero, que nos hizo resollar un poquitín, pero el senderito y las vistas y las ganas de andar eran extraordinarias y extraordinario de pronto el Paso del Lobo, que ni paso ni ná, más de medio kilómetro de auténtico sendero de alta montaña, con su enorme y vertiginoso precipicio a nuestra derecha y que con la velocidad que llevábamos, pues un pelín de mareíllo sí que experimentó este que tanto narra.
Entre tanto, claro, Antonio con la canción de que nos habíamos pasado un piquito sin subir y que a ver por dónde había paso, paso con pendiente, rocas y vértigo, que ni cuenta ni ná le echamos tú. Seguir avanzando y al poco llegar al mal pasito que nos esperaba hoy, otra sorpresita de nuestra querida Concha, una caída de bastantes metros pabajo y un pasito con muy buenas rocas, eso sí, para agarrarse suficientemente, si no miras hacia abajo, cosa que no hice por supuesto y sin darme casi ni cuenta, superado el escollo, de nuevo velocidad de crucero, pues el grupo de escapados no había manera de alcanzarlos y al nada, por encima misma de la crestería magnífica, llegar a nuestra meta, la señora Concha con mayúsculas.
Gente sí que había hoy, no para colapsar el paso, pero sí para ver pequeñas serpientes multicolores, así que una vez acomodados en la cima, ya sabéis, bocatas, cervecitas, vinitos, quesitos, cava, ¿cava? pues sí, Virgit nos tenía preparada una sorpresita, así que a descorchar y a brindar por este grupeto fantástico que un día como hoy se han dado el gustazo de terminar el año con un pedazo de ruta como la que estamos narrando.
Bueno, todo va terminando y la comida también, la vuelta por donde mismo hasta la base de la Cruz de Juanar, habiendo subido antes por otro piquillo que a la ida nos habíamos pasado y así contentábamos a Antonio y claro aquí, pues teníamos la posibilidad de dar un pequeño rodeíto por la base del cerro Funalejo o bajar hasta Marbella por un sendero usado en las romerías. Lo del Funalejo no atrajo a nadie, pero lo de Marbella, pues a Antonio y a mí nos parecía bien, pero sin track de seguridad y quedándonos un par de horas de luz, no las tenía yo todas conmigo, así que le propusimos a Marcello que si él nos acompañaba po que venga, que pabajo. Nueva separación del grupo matriz, nueva subida a la Cruz de Juanar, dos veces hoy, bajada vertiginosa por la inclinación de la falda de esta montaña y sobre todo por la velocidad impuesta por alguien que juega mucho con las palabras, llegada a un pequeño puerto y comienzo de nuevo to ligero, la bajada por el senderillo hasta el mismo Marbella.
Pedir disculpas a nuestro Antonio, al cual no dejamos ni hacer fotos durante casi todo el día por culpa de la velocidad y casi ninguna paradita y dar las gracias a Marcelo, sin el cual no nos hubiéramos atrevido a esta pequeña variación de la ruta. Agradecer y felicitar a los componentes del grupo malagueño su estupenda hospitalidad en esta sierra tan magnífica que poseen, inmejorables senderistas y a Antonio y Mª José por invitarme a ir con ellos para acabar el año senderil como Falsos Llanos mandan.
Ojalá el próximo año nos depare rutas tan buenas y abundantes como hemos hecho el presente y como paso ya de seguir con tantas y tantas efusiones que parece que me estoy amaric… un poco, pues como siempre:

SALUD Y FALSOS LLANOS.



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