sábado, 15 de mayo de 2010

EL SÉPTIMO CIELO DE ANDALUCÍA: LA MAROMA. 15.05.2010



Formidable, no encuentro mejor calificativo para este insuperable itinerario de fin de semana, incluidas las dos noches y el turismo cultural y gastronómico de la inigualable Alhama de Granada. Pues sí, llegó el Viernes a mediodía y cogimos por derecho el coche del Migué, que aunque protesta mucho, el papel de chófer lo hace a la perfección. Por lo que muy tempranito, y no como cuando conducen otros ??, llegamos a nuestro destino. Estaba programado y así lo hicimos, cenar fuera la primera noche. Y en efecto, ya en el casco urbano y al pasar por el famosísimo “tigretón”, mejor dicho Tigre, éste no dejó escapar a Miguel y casi a rastras tuvimos que sentarnos desde muy tempranito en su modesta casa. Bueno, qué os voy a contar, la atención personalizada de Antonio (el tigre) nos envolvió de tal manera, que se pasaron las horas comiendo y bebiendo que fue una bendición. Tempranito “pal” cortijo, que a la mañana teníamos que coronar nuestra ansiada Maroma (2066 m), nuestro séptimo techo andaluz que ya iba siendo hora.
Así pues, poco antes de las diez del día siguiente ya andábamos subiendo las primeras rampas de la montaña. El día no presagiaba nada prometedor, nubarrones negros en contra de las predicciones del tiempo y un fortísimo viento helado nos ponía la cara algo tensa y a alguien al final del día más que colorada. Sin contratiempos, subíamos por parajes bellísimos, tal y como imaginamos cuando planificamos la ruta. El sendero de montaña en la parte superior de película, el Salto del Caballo en su sitio y la Tacita de Plata convenientemente coronada por los dos “cabritas” del cuarteto, compuesto por cierto por: la Encarna, el Patxi, el Miguel y el que les escribe. El viento helado y maldito, nos dejó la cara, las manos y todo lo que iba al descubierto, durante el tiempo que duró la travesía por la cresta hasta alcanzar el vértice, de aquella manera. Pero todo llega y nuestro momento de gloria se hizo realidad en cuanto trepamos por el imponente vértice que este pico tiene en su cumbre. Muchísimas fotos y a buscar un resguardo donde comer y deleitarnos sin prisas, viendo el formidable espectáculo de una costa al alcance de la mano y unas montañas de ciencia ficción. Nuestras compañeras las nubes aún no se decidían a dejarnos, cuando por desgracia llegó la hora de volver. Hubo un intento fallido de bajar por una ruta alternativa, pero como otras veces, una leve indecisión hizo que retornáramos, haciendo un pequeño bucle por la enorme cima de la Maroma, al camino de subida. En éstas, se despejó aún más el horizonte y Sierra Nevada, con todo su esplendor y grandeza, blanca de nieve y majestuosa, se presentó y se rindió a los pies de estos extraordinarios Falsos llanos. Miles de disparos fotográficos y a refugiarnos en las faldas de la montaña para evitar y esquivar el desagradable y fortísimo viento. Y ya que hablamos de fotos, el día de ayer fue auténticamente revelador en cuanto a las pasiones profundas y dormidas de algunos miembros del cuarteto. Las fotos existen y nos reservamos la capacidad de utilizarlas cuando creamos conveniente, como por ejemplo, cuando el nivel de quejas y protestas del más gruñón del grupo, nos tenga hasta el gorro. Bueno, continuando con el camino, seguíamos bajando a paso de tortuga y sin prisa, y claro está, ya que no había cuajado la ruta alternativa de bajada, al de siempre, al de las ocurrencias, al que más vale que se dedique a contar chistes y dejar de cavilar alternativas, pues.. ¡que por aquí!, que este camino es mejor. Claro, es mejor y distinto, pero las eses que tuvimos que hacer para bajar hasta el río, hizo que hasta nuestra Encarna se decidiera a trochar por donde fuese. Llegamos al albergue Los Barracones, en un paraje natural sin igual, descansito y a seguir hasta el área recreativa y zona de acampada El Robledal, desde donde habíamos salido por la mañana.
La tarde-noche fue aprovechada para descansar, comer, beber y visualizar las fotos del día en un televisor, actividad que nos reportó abundantes risas y agradables momentos de humor, porque otra cosa no sé, pero estos Falsos Llanos, ganas de andar, de comer, de beber y de reírse, tienen pa regalar.
El Domingo ha sido utilizado para hacer de “guiris” por Alhama y cómo no, para volver a la casa de nuestro entrañable Tigre, que si la noche de llegada estuvo espléndido, lo de la comida de hoy no tiene parangón, y si no que os lo cuente el Patxi, que si vierais a un castellano-vasco hablar de flamenco de tú a tú con Antonio, ayudado por el verdejo que estaba haciendo su trabajo y las pocas ganas de marcharnos, era “paberlofilmao” y colgar el vídeo en el yutube.
Bueno para acabar, mandar como es habitual ya, nuestros más cariñosos saludos a los amigos-as de este blog, la mayoría compañeros-as de fatiguitas senderiles, y decirles que no se les ocurra de nuevo perderse ninguna de las rutas programadas. Ya sabéis, con este grupo siempre se consigue un trocito de felicidad y un gigantesco bocado de amistad, amistad conseguida con el desprendimiento de una enorme cantidad de sudor, pero recuperado luego con la ingesta también de una enorme cantidad de líquidos fermentados, sobre todo con cebada y lúpulo.
Un fortísimo abrazo a todos y todas.

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