sábado, 15 de octubre de 2011

TAVIZNA-HONDÓN-CASTILLO AZNALMARA-15.10.2011



Caló, caló. caló. Hoy hemos pasao mucha caló. Esta maldita tierra de caló nos la hace pasar fatal cuando un día como hoy, hacia las 11:10 horas salíamos de las inmediaciones del camping Tavizna hacia el nacimiento del río Hondón. Al poco de comenzar a andar estos fornidos Falsos Llanos, una pareja desistió de manera muy sensata y no como el resto, volviéndose para acabar el día de una manera más agradable que los demás. Po bueno, palante que hasta que dimos con el nacimiento del Hondón, habríamos de sudar lo nuestro. El campo seco y amarillo y la zona del nacimiento, con agua pero triste y sedienta de verdor. Aquí nuestro segundo desayuno, a la una de la tarde y como somos como somos, pues vamos a echarle una ojeada al inicio del Salto del Cabrero por su parte más baja. Bueno, bueno, si habíamos pasado caló hasta ese momento, lo de ahora no tenía nombre, además de la inhumana cuestecita de los coj.. el sol a plomo, el sudor a chorros y los arañazos de los hierbajos secos, pues que queréis que os diga, pa encima no ver el destrepe de piedras que íbamos buscando, pues pabajo que ya está bien de hacer el canelo en un día como el de hoy.
A partir de aquí, algo más suave el terreno y con algo de más sombra, llegamos a un arroyuelo, bajo cuya exhuberante vegetación nos cobijamos para hacer nuestro primer almuerzo en condiciones. El castillo de Aznalmara estaba a tiro de piedra, pero después de comer y volver a ponerse a andar y a sudar de nuevo y encima tener que subir la pedazo de pendiente que tiene el dichoso castillito, pues nada, que algunos prefirieron quedarse abajo y esperar. Los de siempre subimos echando espuma por la boca, pues líquidos apenas nos quedaban y menos mal que en su cumbre una brisa fresquita nos reparó momentáneamente. Fotos de rigor y pabajo para culminar el recorrido por su parte más bonita y fresquita, paralelos a un arroyo con agua y sitios como los que estamos acostubrados estos Falsos llanos.
Llegada a los coches, al menos dos horas más tarde de lo que tenía calculado, paradita en el Bosque a reponer sales minerales perdidas en un bareto con un camerero de sangre espesa y pa Sevilla donde acabamos los de siempre donde más nos gusta, delante de varias rubias espumosas que te borran la memoria de todo lo sufrido durante la jornada.
Po, bueno, po pa nosotros se nos queda el día, que como ya sabéis, no lo cambiaríamos, a pesar de todo, por ninguna comodidad que se nos quiera ofrecer, ¿verdad, queridos-as Falsos Llanos?.
Po como siempre:

SALUD Y FALSOS LLANOS.

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