domingo, 14 de marzo de 2010

SUBIDA A LA HUMA (1191 m). 13.03.2010



Esta vez sí. Esta vez el tiempo nos lo ha permitido y ayer nos merendamos literalmente al Huma. Salimos de Sevilla con un sol radiante, siendo la llegada a los pantanos desde lo alto espectacular, rebosantes de agua y luz nos quedamos extasiados contemplando tanta belleza y con ganas de parar y fusilar el paisaje con nuestras cámaras. No había tiempo, había más ganas de pisar por fin la escalereta árabe y el Huma.
Llegamos a la zona de aparcamiento, botas, mochila y "parriba". Las primeras rampas, fortísimas, nos las bebimos de ganas y mono acumulado en tantas semanas de agua y lluvia. Y de pronto: ¡una preciosidad!, una escalerita en plena roca y del mismo material nos dejó con la boca abierta y babeando. Nuestra ansiada escalera árabe estaba allí, dispuesta a dejarse pisar por nosotros. Y por supuesto que lo hicimos, la pisamos, la fotografiamos y le dimos hasta las gracias por esperarnos tanto tiempo. En sus paredes y a esas horas, ya había intrépidos escaladores arañando sus fisuras y grietas en busca de un buen agarre que los alzara hasta la cumbre. Pasado este momento de emoción, llegamos a una zona más llana y despejada, salpicada de almendros y corderitos por doquier, la cual cruzamos no sin antes coger unos buenos ramitos de oloroso tomillo silvestre, que espero den sus buenos créditos a quien vosotros sabéis.
Bien, nos quedaba todavía lo más duro, es decir, la subida de la empinadísima ladera rocosa con la que se defiende la cumbre del Huma. Pero ganas no nos faltaban, así que manos a la obra, o mejor dicho, pies al suelo y a trepar. Nuestra valiente Encarna se pegó a nuestros talones y no nos la quitábamos de encima ni con agua caliente. Así que subió y conquistó con nosotros el preciado trofeo de la chincheta de la Huma.
Se nubló y el frío era intenso, por lo que decidimos bajar y comer al resguardo de los pinos con dos compañeras que ya nos esperaban en tal paraje.
Como siempre: festín de bocadillos, vinos, chocolates, etc...
La vuelta, después de visitar una cantera cercana, fue por nuestra ya amiga la escalereta. Al pasar por ella numerosos grupos de escaladores, muy jóvenes y no tanto, nos enredaron de tal manera, que nos dieron las siete de la tarde cuando llegamos de nuevo al coche que había de traernos a casa.
Saludos a todos los que otras veces nos han acompañado y ayer no pudieron.
No hicimos ninguna insensatez, nos machacamos las piernas, alguien también un tobillito, y lo celebramos con cervecita a la vuelta.
¡Ah! y decirle a la compañera íntima de mi mejor e inseparable compañero de rutas, que no se preocupe, que se lo pensamos devolver siempre entero, aunque sea un poco tarde como ayer, y que si alguna vez vuelve un poco "abollado", que esté segura que no seré yo quien la llame. Espero que no se tome a mal este simpático comentario.
En breve colocaré una presentación con todas las fotos. Mientras una muestra.
Un fuerte abrazo a todos y todas.
Falsos llanos.



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